Una experiencia sofisticada
Hubo una época, hace un par de años, en que se pensaba que iOS era hogar sólo para propuestas superficiales e intrascendentes, juegos con bajos valores de producción o en su defecto, con gráficas de poca calidad; dicho estigma tenía fundamentos. El intento por sacar ventaja de la nueva tienda de aplicaciones y generar dinero rápido, llevó a que infinidad de pequeños desarrolladores incurrieran en la creación de clones o títulos al vapor, saturando el mercado de ofertas baratas a costa de entretenimiento pueril. Siempre hubo excepciones, y gracias a ese grupo de progresistas, la App Store se mantuvo a flote. La tecnología evolucionó y el poder gráfico aumentó, los grandes distribuidores y estudios de renombre comenzaron a poner sus ojos en la plataforma móvil, importando cada vez más franquicias o incluso, ideas nuevas.
Tal es el caso de Infinity Blade. Sus creadores, Chair Entertainment, ya nos habían deleitado con Shadow Complex para XBLA, y bajo la cobertura de Epic Games crearon un título que introdujo a los dispositivos de Apple el uso del Unreal Engine 3. Si se dudaba de la calidad visual de un juego para iOS, este RPG de acción demostró que al menos en complejidad de texturas y nivel de resolución, las plataformas móviles comienzan a rivalizar con las consolas caseras de actual generación y de seguir la tendencia, podrían opacarlas muy pronto. Para imaginar el futuro no debemos ir demasiado lejos: sólo hay un año de diferencia entre las dos iteraciones de esta franquicia y la actualización gráfica fue sustancial, lo que deja claro que el avance en tal ambiente virtual es vertiginoso; impulsado en especial por la constante renovación tecnológica del ámbito en teléfonos inteligentes y tabletas. Esta producción es una de muchas que pautan la nueva era, y junto a ella se levanta Rage HD de id Software como los moldes y ejemplo de uso para los poderosos motores gráficos que les dieron vida.
La lucha por lo casual
El arribo de títulos de alto octanaje a la tienda de aplicaciones no significa que tu teléfono inteligente o tableta se hayan convertido en una consola para público hardcore y como tal, se han acabado las opciones para disfrutar de ocio sin complicaciones. La realidad es que, a diferencia de otras portátiles como 3DS o el PS Vita próximo a lanzarse, los dispositivos con iOS y Android están diseñados en primera instancia como plataformas multidisciplinarias, lo que implica que ser centro de juegos es sólo una de sus muchas posibilidades. Claro, juegos es lo que mejor se vende y lo que más dinero produce en estas tiendas de aplicaciones. La clave está en la variedad, pues hay de todo y para cada tipo de persona.
El primer ejemplo es Angry Birds; un título que a todos nos fascina, aún si argumentas que a ti no. Mínima que sea, es difícil negar la atracción que provocan estas carismáticas y coloridas aves enojadas, pues la mecánica de juego con que nos envuelven es tan simple y amigable que cualquiera puede aprenderla en un instante; dominarla ya es cuestión de tiempo y dedicación, en particular al jugar los complicados niveles avanzados. Esta transición de dificultad es tan natural, que demuestra que un juego en teoría simple, puede llevarnos de casual a hardcore, o al menos a tratar de perfeccionar nuestra técnica en unos pasos.
La nueva era
Los detractores argumentan que un teléfono inteligente nunca podrá rivalizar con las consolas formales, exponiendo que el exceso en flexibilidad es impedimento para especializarse y en consecuencia, y que resulta incapaz de establecer un ecosistema acorde a las necesidades de cada tipo de jugador. Es prudente remarcar que toda consola, y dicho sea de paso, cualquier formato de entretenimiento, alcanza el éxito si su oferta se compone de variedad y propuestas de calidad; a través de la historia en la industria del pixel hemos sido testigos del fracaso de incontables plataformas debido a una escasa librería de títulos. Durante sus primeros pasos, las tiendas de aplicaciones se componían de una apuesta sólida en variedad pero tambaleante en propuestas memorables, y en tanto los desarrolladores de renombre hacían poco esfuerzo, los independientes tenían dificultades para ajustar sus proyectos.
La predisposición está cambiando y son cada vez más las obras de calidad que se trasladan a la escena móvil, y aunque adaptar juegos de una plataforma a otra es tradición ancestral, en este caso resulta natural y necesario gracias a la presencia de la pantalla táctil. Creaciones como Machinarium o Escape from Monkey Island tan reverenciados en su momento por concepto de diseño y original interfaz, encontraron un nuevo hogar incluso más acogedor, tanto por la cantidad de atención de parte del público, como una tener una interacción más funcional con el usuario. El empleo de mouse siempre será una virtud invaluable, sin embargo, ante la presencia de métodos más dinámicos, hay juegos que parecieran tener una mayor disposición al nuevo esquema.
De la consola a tu bolsillo
Llevar la experiencia intacta de una consola casera a portátil ha sido labor de ensueño desde que comenzaron a crearse plataformas móviles en los años 70. Por supuesto es virtualmente imposible, pues además de no contar con una pantalla de dimensiones considerables dígase televisión en alta definición, teatro en casa y todas las comodidades de estar en tu hogar, recrear las mismas condiciones es poco práctico cuando estás en un ambiente al aire libre, mucho más si de lo único de lo que dispones es de un pequeño aparato. Por otro lado, aún no hay tecnología en los dispositivos de bolsillo que ofrezca la calidad visual de Xbox 360 y PlayStation 3 de Wii es un hecho que ya se superó, aún si cada vez falta menos; esto significa que jugar el tercer episodio de UNCHARTED o Gears of War es poco factible en la actualidad.
OnLive es lo más cerca que podremos estar de tal circunstancia. Contrario al resto de ejemplos en nuestra lista, no es juego sino una aplicación que por medio de Internet, permite jugar via remota cualquiera de un repertorio de 200 títulos modernos. Las implicaciones son un tanto complejas, pues requieres el control inalámbrico compatible y una buena conexión Wi-Fi o 4G además de la módica renta, pero al final puedes llevar a donde sea los títulos más taquilleros de la temporada de las consolas de Microsoft, Sony y Nintendo. Las complicaciones por velocidad de transferencia o hasta el reducido tamaño de la pantalla seguirán estando en detrimento, aunque son circunstancias tolerables para muchos entusiastas que quedará felices de llevar a la versión miniatura de Marcus Fenix o Kratos.
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