El hype es muchas veces el culpable del fracaso de algunos juegos. La desinformación entregada por las compañías que se esmeran por prometer productos únicos y revolucionarios mediante grandes campañas de marketing, logran que los consumidores se generen una imagen demasiado idílica de un título, que a la larga termina siendo una simple ilusión. El afán de algunas empresas por vender sus productos lleva a la mentira, a la creación de falsas promesas que los usuarios creen y se encargan de masificar. Por consecuencia, títulos como Evolve, Star wars Battlefront o No Man's Sky -por mencionar los casos más recientes- terminan siendo odiados por los fans que esperaban mucho más de un producto que no fue ni la sombra de lo que les vendieron.
Hype por las nubes
Como en la vida misma, también en el gaming las expectativas siempre son un arma de doble filo. Cuando hay demasiada ilusión respecto a algo siempre se le exigirá la perfección. Lo mismo pasa con los juegos, cuando hay mucha esperanza frente a un título, y éste resulta ser regular, las críticas serán eternas. Fue lo que pasó con No Man's Sky, un juego corriente del cual se generó un excesivo hype, terminó sucumbiendo ante la crítica popular y especializada.
Otro caso fue el de Duke Nukem Forever, un juego que tardó casi 15 años para salir al mercado, y una vez que ocurrió, cayó estrepitosamente y sin reparos. Pese a no ser un pésimo juego, el legado de la saga, la expectación de los fanáticos y el tiempo que tuvo la compañía para desarrollarlo, le significó un apabullante fracaso.
Team Ico, ¿La espera valdrá la pena?
A propósito de las expectativas generadas por las empresas y posteriormente por los mismos usuarios, el venidero estreno de The Last Guardian ha suscitado y puesto nuevamente en discusión el cuestionamiento ocasionado sobre el hype. Un videojuego que ha tardado más de 10 años en conocer la luz del gaming siembra más interrogantes que certezas.
Sólo resta una semana para que los jugadores puedan tener a The Last Guardian en sus manos. Un juego por el que tanto tiempo se ha esperado y por el que tanta confianza se ha depositado. Un juego que sucede a Ico y Shadow of the Colossus, dos obras maestras dirigidas por el mismo estudio (Team ICO). Claramente, la tarea que tiene The Last Guardian no es fácil. Sin dudas, la crítica no tendrá piedad en el caso de que sea una decepción, así como tampoco mostrará vergüenza de reconocer si es un juego memorable.
¿Logrará The Last Guardian satisfacer a los jugadores y ganar la batalla contra el hype? ¿O será una nueva víctima del sobrehype y la expectativa desenfrenada de la industria?
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