Hola:
Ya sé que he dejado mi blog bastante descuidado, pero ya saben con esas cosas de mudanza y cambios de trabajo no siempre nos da tiempo para poder sentarnos a burlarnos de la cultura popular en la que todos estamos inmersos. Pero no se preocupen, no estoy muerto, ya saben, mala hierba nunca muere, así que ahora dejaré todo el amor y melosidad de mi último blog y ponerme a abrir mi baúl de los recuerdos para rememorar los pánicos paternos.
La animación ha pasado por un proceso muy largo de evolución desde Fantasmagorie de Emile Cohl.
Esta película de 1908 de poco más de un minuto es considerada la primera animación de la historia y desde entonces la animación ha crecido en sus colores, historia, complejidad y variedad de sus personajes.
La primera película animada de larga duración fue Blanca Nieves, por lo que se puede decir que es la precursora de una de las más grandes plagas que aflijen a la humanidad en estos días: las princesas de Disney. Si no me crees busca un videojuego de las princesas y aguántalo por 30 segundos.
Con la aparición de la televisión también aparecieron las animaciones para este nuevo medio de comunicación, antes de eso, sólo las podías ver en segmentos cortos en los cines. Y al igual que tenemos series clásicas también tenemos caricaturas clásicas como Los Picapiedra, de la cual se dice fue el primer programa en mostrar a una pareja compartiendo la cama en la televisión, aunque no he podido comprobar eso; Batman: la serie animada que fue un paso en pro del encapuchado para alejarse de la serie de los años ´60, o Mazinger Z, que fue una de las responsables de la locura por los robots gigantes o Scooby Doo, que es famosa por ninguna razón aparente.
Pero con las caricaturas clásicas también llega el pánico de los padres de familia, quienes aparentemente tienen imaginaciones más grandes que los mismos creadores de estas series y algunos incluso se aventaron en campañas parroquiales para hacer que otros padres de familia prohibieran también a sus hijos ver estas series, provocando así el resentimiento de los infantes y una futura escasez de asilos para cuando los muchachitos crezcan y recuerden lo que sus papás los obligaron a perderse.
Debido a la naturaleza pervertida de una de las imágenes que voy a mostrar, usaré una vez más esta hermosa imagen de Amy Winehouse para cubrir las miserias de cierta fémina que mostraré más adelante.
El problema con la caricatura no son ni la lujuria, ni la blasfemia ni las apuestas. El problema con la caricatura es completamente simple: es estúpida.
La caricatura es completamente repetitiva, voy a buscar una medalla, pierdo, descubro una habilidad nueva o evoluciono un Pokemon, regreso y milagrosamente le gano al otro tipo porque era arrogante y ahora le enseñé una lección de humildad. Eso mismo multiplicado por los 10 años o más que la maldita serie lleva en el aire.
Probablemente el juego sea bueno, no lo sé, pero no me dan ganas de jugarlo después de que conocí la serie, y lo mismo le sucedió al amigo de mi hermano: él habla japonés fluidamente y encontró los juegos atractivos y se los trajo de su viaje a ese país algún tiempo antes de que siquiera la caricatura saliera en Japón. Ya de regreso en México se emocionó de ver que habría una caricatura de Pokemon. Al verla, nunca volvió a jugar Pokemon.
La moraleja del primer lugar: no les creas a tus padres cuando te dicen que no veas una caricatura por ser violenta o estar repleta de sexo, pero agradece su consejo si te dicen que te ves muy tonto por ver una caricatura tonta.
Adultez gamer.
por Kingcool {"src_avatar":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/34118\/34118_64x64.jpg","nickname":"Kingcool","user_name":"Mario B","user_link":"\/usuario\/Kingcool","posts":3613,"theme":"default","cover":false,"status":true}
|
Comentarios
Mejores
Nuevos