Las consecuencias del retraso en la salida de BioShock Infinite se vieron reflejadas casi de manera inmediata en las acciones en la bolsa de Take-Two Interactive. Ken Levine anunció ayer que el esperado juego se retrasará de octubre de este año hasta el 26 de febrero de 2013, con el objetivo de hacerlo "algo incluso más extraordinario."
Frente a la decepción de algunos fans, la de los inversionistas fue mucho más evidente al ver que el valor de sus acciones en Take-Two cayó 5.7%, colocándose en $12.64 USD por acción al cierre de la bolsa el día de ayer. Esto representa el precio más bajo de las acciones desde el 5 de octubre de 2011.
El retraso de BioShock Infinite, según los analistas, se debe a que el distribuidor no desea que este juego interfiera con las ventas de Grand Theft Auto V; sin embargo, podemos notar una tendencia en los lanzamientos donde nadie quiere estar cerca de Call of Duty: Black Ops 2, Resident Evil 6 de Capcom o Assassin's Creed 3 de Ubisoft fueron adelantados a octubre, dejando noviembre a disposición de la franquicia de Activision. Aunque, claro, puede tratarse de que Levine en realidad sólo necesite más tiempo para desarrollar BioShock Infinite.
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