[p]El artista Viktor Antonnov, quien diera vida al concepto visual de Half-Life 2, considera que la compañía de Gabe Newell creció a tal grado que lo corporativo reemplazó la mentalidad de estudio pequeño, lo que terminó por aniquilar el deseo de tomar riesgos creativos.
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Este diseñador, que ahora está encargado de dirigir Dishonored junto a la gente de Arkane Studios, salió de Valve hace varios años, cuando dejaron de crear propuestas épicas con calibre AAA, como Half-Life 2. Antonnov expone que desde entonces, la mentalidad de sus exjefes se ha transformando, perdiendo esa peculiar intención por innovar y romper esquemas, y agrega que Valve es un lugar maravilloso, sólo que ya son demasiado grandes para beneficio de sus proyectos creativos. No estoy casado con una compañía, mi prioridad siempre ha sido el proyecto, siempre lo será, además necesito cierto nivel de riesgo creativo y cierta energía que pueda compararse con el jazz, o el rock, algo intenso y enfocado en crear revoluciones.
Antonnov, que desde su separación de Valve ha trabajado en dos películas, un puñado de series de televisión, una novela gráfica y 3 juegos más (que incluyen Redneck y Dark Messiah of Might and Magic), dice que su renuncia no debería causar sorpresa, pues es un artista y necesita más libertades para expresarse plenamente.
Mientras tanto, la razón de la discordia entre Antonnov y Valve continúa en el aire, y aunque Gabe Newell asegura que su gente sigue trabajando en Half-Life 3, ya transcurrió una década desde que el proyecto fue anunciado. Claro, no sería el único caso en que una franquicia se retoma después de tanto tiempo, pues Blizzard recién puso el ejemplo con Diablo III y StarCraft II.
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