Hace tiempo supimos que el proyecto de la película de BioShock estaba en pausa indefinida. También conocíamos la postura de Ken Levine, creador de la serie, con respecto a producirla. Pues bien, el desarrollador arrojó más luz sobre su cancelación durante un evento de BAFTA en Londres:
"Había un gran trato y, de hecho, estaba en producción en Universal. Gore Verbinski la estaba dirigiendo. Lo que ocurrió fue que, esta es mi teoría, era una película muy grande y él estaba muy emocionado con ella y quería hacer un filme oscuro y lo que llamaba una película de horror 'hard-rated', clasificación R con mucha sangre. Entonces salió The Watchmen y, a mí me gustó mucho, pero no le fue tan bien por alguna razón y el estudio se asustó de hacer una película clasificación R de $200 millones.
Entonces dijeron: 'Gore, ¿qué te parecería un filme de $80 millones?' Pero pasó suficiente tiempo para que no quisiera hacer una película de $80 millones. Y entonces trajeron a otro director y no pude ver que combinara con el proyecto. Take Two es una de esas compañías que da mucha confianza a su gente creativa y me dijeron: 'Si quieres matar el proyecto, Ken, hazlo'. Y eso fue lo que hice."
Levine comentó que la decisión fue dura, pues él mismo solía estar involucrado en la creación de guiones y sabía lo difícil que era matar una película, pero, a fin de cuentas, prefirió no hacer el filme a ver el mundo de BioShock representado de una mala forma.
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