Un niño de 10 años evitó una potencial tragedia automovilística cuando tomó el volante después de que su abuela se desmayara mientras conducía. En el auto iba también el hermano del pequeño héroe.
Gryffin Sanders, de Golden, Colorado, se encontraba en el asiento del copiloto en el automóvil de su abuela Darlene Nestor, cuando ésta se desmayó. Al principio, Gryffin trató de despertarla, pero al ver que era inútil y el carro se dirigía hacia el tráfico, decidió tomar el volante y conducir hacia una zanja de lodo, con lo cual su abuela y su hermano resultaron ilesos.
El niño atribuyó su capacidad de reacción a Mario Kart, uno de sus juegos favoritos: "Soy bastante bueno con los karts.", aseguró muy orgulloso.
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