La estrategia de Sony para pagar en dólares a sus contratistas en Asia con el fin de abaratar sus costos podría resultar perjudicial debido a la nueva política económica de Japón, que ha apostado por la depreciación del yen para estimular el consumo en dicha nación.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, decidió depreciar la fuerte divisa japonesa como parte de su política de estímulos monetarios y fiscales. El elevado precio del yen tiende a encarecer las exportaciones japonesas, deprimir el consumo y trasladar la capacidad industrial del país a otras naciones, ahondando la crisis económica japonesa que ha durado 20 años.
Sony decidió protegerse de la fortaleza del yen trasladando sus fábricas al sudeste de Asia y China y obligando a sus proveedores a recibir pagos en dólares para reducir costos. Sin embargo, con el ascenso del valor del dólar en 11% como resultado de las políticas de Abe, las ganancias de Sony descenderán, especialmente en el departamento de juegos. Se calcula que Sony perderá $31 MDD por cada unidad que el dólar gane frente al yen en el año. El tipo de cambio está actualmente a ¥96.3 JPY por un dólar.
Sin embargo, Sony espera que las pérdidas por cada PlayStation 4 vendido sean menores que las de su antecesor, que no reportó ganancias a la compañía hasta finales de 2011. En todo caso, las circunstancias macroeconómicas harán más dura la competencia entre Xbox y PlayStation: "No será fácil para Sony encontrar una forma de contrarrestar esta situación a corto plazo", asegura Keita Wakabayashi, analista económico en Tokio. "Quizá la compañía pueda procurar componentes japoneses, pero no es realista traer las fábricas a Japón otra vez".
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