La nueva generación de consolas, PlayStation 4 y Xbox One, están dando lentamente el beso de la muerte a la anterior, aquella que duró 8 años y se estiró a más no poder por diferentes razones - principalmente la difícil decisión de dejar proyectos fuera de una base de usuarios bastante grande. En estos meses de transición, es difícil decirles adiós si más cuando marcó también una generación de jugadores.
Por lo menos nosotros no podemos olvidarnos de todas las aventuras que tuvimos en esta generación de consolas, cuyos varios de sus juegos estuvieron igualmente en PC, sin embargo algunas literalmente la rompieron y abrieron puertas. A continuación listamos 10 de ellas en ningún orden en particular.
Gears of War (2006)
Es imposible hablar de Xbox 360 sin Gears of War. Aunque la saga bajó su nivel de sorpresa después de la tercera entrega, la primera sí se transformó en el juego insignia de Xbox 360 cuando no asomaba ninguno tras un año de cosecha. Era bueno, entretenido, bonito, y sobretodo le significó una ventaja a la consola de Microsoft cuando PS3 no tenía juegos, y para Epic Games, más dinero.
Call of Duty 4: Modern Warfare (2007)
Ya nadie podía aguantar otro juego metido en la Segunda Guerra Mundial, y Call of Duty 4 fue el primero que decidió tomar la batuta y tirarse de cabeza. Tomando prestada varias lecciones aprendidas de películas y juegos modernos, con acción a todo dar, puso la franquicia en su punto más alto y al multijugador en un modelo a seguir. Para Activision, Call of Duty pasaría a ser su gallina de los huevos de oro, e Infinity Ward su estudio mimado.
Bioshock (2007)
El sucesor espiritual de System Shock, el juego que lanzó al estrellato a Irrational Games y a Ken Levine como la mente detrás de lo que sucedía en una ciudad bajo el agua. Un juego que da varias sorpresas a medida que se avanza, con una magnánima dirección de arte. Tiene algunos detalles, pero el gran impacto generó que 2K Games le diera vida a Bioshock 2, y que Irrational lanzara Bioshock Infinite, pidiendo más materia gris de los propios jugadores para entenderlo por completo.
Fallout 3 (2008)
Con la base sentada de The Elder Scrolls IV: Oblivion, Bethesda se puso a trabajar en un nuevo Fallout y la tercera entrega se transformó en un hit. La libertad para hacer cualquier cosa en el mundo post-apocalíptico, mientras escribes tu propia historia, entre otras geniales razones (y bugs) y cantidad de contenido que es una compra obligada para cualquier jugador. El know-how se aplicó a The Elder Scrolls V: Skyrim, también juegazo.
FIFA Soccer 10 (2009)
Konami no lograba capitalizar la preferencia que tenía Pro Evolution Soccer por tercer año consecutivo. EA sports decidió dar grandes pasos en jugabilidad, y FIFA 10 puso sobre la mesa el dribbiling en 360 grados y nuevos trucos, entre otras cosas. Mientras PES pasaba a segundo plano, EA Sports definía el juego de fútbol de facto para los siguientes años, agregando nuevas características de forma segura.
Batman: Arkham Asylum (2009)
Los fanáticos de Batman nunca tuvieron un juego del hombre murciélago de gran calidad, hasta que Rocksteady puso sobre la mesa posiblemente uno de los mejores títulos sobre el caballero de la noche, y también de toda una generación de consolas. El combate FreeFlow, los puzzles, la atención al detalle, los personajes, la narrativa y la presencia de casi todo el arsenal que pone el nocturno personaje hicieron a Arkham Asylym prácticamente un juego imperdible.
Mass Effect 2 (2010)
El original Mass Effect sufría de varias cosas, pero no por eso era un mal juego. Bioware se puso manos a la obra con la secuela, y puso encima todo lo que Mass Effect 2 debía ser: un juego equilibrando los elementos RPG y FPS sin abusar de ellos, con una narrativa interesante y víctima de tus buenas o malas decisiones hechas en el primer y segundo juego.
The Legend of Zelda: Skyward Sword (2011)
Wii había tenido uno de los mejores comienzos, pero su epílogo se había alargado demasiado. Menos mal Nintendo ya tenía el último juego para despedir la consola, y era el último Zelda. De aquí en adelante el catálogo de Wii se enmudecía, agonizando, mientras Wii U se preparaba tras bambalinas. Si alguien llegó a jugarlo en su consola, felicitaciones, llegaron a la última etapa como todo buen jugador - el resto se queda sin haber rescatado a la princesa en uno de los mejores juegos de Zelda que hay.
Journey (2012)
Journey es más de lo que aparenta. Buena música, buenas gráficas, e interesantes mecánicas, lo que todo buen juego tiene. El dilema está en que todo el juego es un concepto de interpretación abierta, que para cada jugador puede ser algo diferente, más o menos importante que el juego mismo. Demuestra que la interpretación puede trascender desde el jugador, y que no siempre la tarea de descubrir debe estar a cargo de la pantalla del televisor.
Grand Theft Auto V (2013)
Habría que ser un imbécil para no poner a Grand Theft Auto V en la lista. El último (y excelente) título de esta generación de consolas: un gran paquete de contenido, un gran mundo con interesantes personajes y un multijugador a todo dar; uno de los juegos más redondos del año y uno que cierra con broche de oro una generación de consolas que no hace poco comenzó a mostrar sus canas y despedirse atentamente.
Mención especial 1: Wii Sports (2006)
Era el Super Mario 64 de Wii, aunque se vendía con la consola misma. Si debía haber un juego que mostrase las capacidades de Wii y moviese unidades, sin importar el tipo de jugador, éste era.
Mención especial 2: Assassin's Creed (2007)
El juego que nació como un spin-off de Prince of Persia finalmente tuvo la posibilidad de nacer como juego propio y mezcló de manera efectiva una historia moderna con la intrincada y longeva rivalidad entre asesinos y templarios, aventura que cautivó a fanáticos de los juegos de stealth y acción por igual.
Mención especial 3: Uncharted: Drake's Fortune (2007)
Naughty Dog no perdió el tiempo y desde el principio de esta generación buscó llevar un hit directo a la PS3 con una de sus franquicias exclusivas más aclamadas, Uncharted, que relató las historias del cazador de tesoros Nathan Drake, siendo descrito como el Indiana Jones de los tiempos modernos.
Fue una generación de consolas que partió con críticas, pero que de a poco se fue ajustando. Es altamente criticable su extensión, pues duró el doble de lo que se esperaba, pero el número de jugadores creció mucho más a principios de la década, transformando a los videojuegos en una una industria más que un nicho de mercado. Adiós y hasta siempre. Ojalá que la siguiente no dure tanto.
[Artículo por Italo Baeza, DarkGhostHunter en Twitter, Edición y Gráficas por Víctor Cárdenas]
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