Para Microsoft, Windows 8 representa una buena oportunidad de controlar los contenidos que se publican en su ecosistema virtual, y si bien parece que las restricciones no serán tan estrictas, habrá una imposición para que las aplicaciones y juegos con clasificación para adultos tengan funcionalidad limitada, un problema es que en principio sólo afectará a la región europea pero a la larga, podría afectar también al territorio americano.
Según la sección 6.2 de los lineamientos para la Windows App Store, cualquier contenido con clasificación superior a PEGI 16, ESRB Mature u otros esquemas similares, queda totalmente prohibido. Bajo la jurisdicción de la Entertainment Software Association, resulta inconveniente menor, pues en el catálogo del ESRB los únicos juegos que entran en esa excepción son Manhunt 2 y la edición del director de Indigo Prophecy, además de incontables propuestas con enfoque abiertamente erótico. Mientras tanto, los usuarios de PC en Europa que tengan instalado Windows 8 no podrán jugar Assassins Creed III, Dishonored y Call of Duty: Black Ops II, sólo por mencionar algunos.
Lo anterior no impide que se instalen dichas aplicaciones, simplemente que no gozarán de los beneficios que Windows 8 ofrece con su tienda y demás servicios. Ahora, la complicación a futuro para el resto del mundo, es que del mismo modo que se restringió el contenido para adultos, la firma de Bill Gates puede reservarse el derecho de admitir cierto tipo de juegos; por supuesto, es una posibilidad, y nada más, pero en opinión de Gabe Newell, la probabilidad es tan presente que podría ser una de las múltiples causas de que el sistema operativo de Microsoft, lleve el ámbito de PC a la ruina.
Dejando atrás el panorama fatídico, Windows 8 llegará el 25 de octubre, acompañando del lanzamiento de Surface, la nueva tablet de Microsoft, ambos vinculados por un gran nivel de conectividad, y amplia compatibilidad con videojuegos por medio de Xbox LIVE.
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