Esta noche se llevó a cabo la clausura de los Juegos Olímpicos 2016 y, durante la ceremonia, tuvimos la oportunidad de ver en el escenario al personaje más icónico en la historia de los videojuegos. Así es, nos referimos nada más y nada menos que a Mario.
Ahora que la fiesta en Río de Janeiro ha llegado a su fin, como es costumbre, los anfitriones deben ceder la estafeta olímpica a la próxima sede y, en este caso, Tokio será la ciudad encargada de organizar los juegos en 2020.
Por lo anterior, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, apareció disfrazado como Mario, y así reveló que la mascota de Nintendo será embajador cultural de Tokio 2020. Esta decisión parece sensata, pues Mario no sólo es emblema del gaming, sino también una de las figuras más reconocidas de la cultura pop a escala global.
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