Tal como fue anunciado a principios de diciembre, desde este 20 de febrero está disponible la compra de Petro, la criptomoneda venezolana apoyada oficialmente por el gobierno local, y que tendrá soporte de sus riquezas.
Si bien la moneda se creó para apalear los actuales problemas económicos del país, por su naturaleza será posible comprarse desde cualquier parte del mundo, y Maduro indicó que su creación es para facilitar transacciones y saltarse los bloqueos financieros y comerciales provenientes del exterior.
La moneda virtual estará respaldada por las reservas de petróleo, gas, oro y diamantes del país, así como con la creación de un Observatorio Blockchain exclusivo para ella. Esto es algo inédito en la historia de las criptomonedas, pues ninguna está respaldada por bancos o países.
Mientras parte de ella ya está preminada, los ciudadanos podrán minarla. En un efecto práctico, minar Petro no es más que comprar futuros valores del petróleo nacional, con su moneda ligada directamente a su valor. Expertos indican que hay que tener cuidado con ello, ya que el gobierno debe 960 millones de dólares en bonos vencidos.
La Asamblea Nacional, que reúne a los detractores de Maduro, han considerada nula la emisión del Petro y hasta inconstitucional, apuntando a que el Petro no podrá comprarse con bolívares, sino que solo con dólares y otras criptomonedas, así como entrega en bandeja a terceros los recursos del país.
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