Como hemos dicho en varias ocasiones, nos encanta contar historias de abuelos y abuelas gamers, quienes se internan en esta genial y a veces mágico medio de entretenimiento en los que se transforman los videojuegos. Jugadores ancianos quienes llegan a este mundo luego de por ejemplo jubilarse y con la ayuda de hijos o nietos, aunque hay algunos como el de la siguiente historia, quienes han disfrutado de los videojuegos desde hace mucho tiempo.
Se trata de David Bradford de 81 años, quien ha dedicado su tiempo libre a jugar videojuegos desde el año 1978, cuando descubrió el ahora clásico arcade Space Invaders, con el cual se obsesionó. Jugador que ha ido ganando experiencia en el mundo gamer durante todas estas décadas, pasando a los juegos de consola durante el año 1997 cuando su familia le regaló una Nintendo 64 con el juego GoldenEye 007.
Luego de esto, según cuentan en el medio The Sun, David pasó a varios otros títulos como Medal of Honor, el cual conoció en el año 2002 y que jugaba junto a sus hijos, jugando ahora el popular Warzone con sus nietos, el cual espera poder transmitir.
“Todavía puedo jugar tan bien como lo hacía en los primeros días. Lucho con la tecnología, pero tengo a mi hijo para que me ayude con eso”, indica.
Pero a pesar de su sueño de convertirse en un transmisor tiene dos pequeños problemas, siendo el primero que su computador ya se está quedando atrás para poder jugar y hacer transmisiones. Y además, debe dedicarle tiempo a su pasión sin tener que molestar a su esposa Joyce de 68 años, ya que según cuenta su hijo “todas las noches es como una zona de guerra. Tiene que parar a las 22:30 porque solía jugar hasta la 1 de la madrugada”.
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