87% de los jugadores prefieren al PC por sobre los notebooks gamers, siendo estos últimos comprados más para trabajar que para jugar

Hace tan solo un año y medio atrás, conseguir una tarjeta gráfica era una tarea casi imposible, por culpa tanto de la escasez por la pandemia del COVID-19, como por el acaparamiento de los cripto mineros. Pero con el pasar de los meses esto ha ido cambiando y según un estudio de Jon Peddie Research, empresa de consultoría de gestión que realiza diferentes investigaciones, gran parte de los fans de PC actualmente ha podido mejorar sus equipos y prefieren jugar en máquinas de escritorio y no en notebooks gamers.

Equipos que luego de la vuelta a la “nueva normalidad” y con el cambio de forma de minar criptomonedas sin el uso de GPU, ahora son algo más económicos de actualizar que hace casi dos años, cuando muchos incluso dejaban el sueño de mejorar sus piezas de PC por unas mas actuales, comprando derechamente una consola para jugar los últimos lanzamientos de la industria gamer.

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Según el estudio de Jon Peddie Research compartido por Wccftech, se utilizó información recopilada de Steam para concluir que la mayoría de los jugadores prefieren los ordenadores de sobremesa sobre los portátiles. El informe indica así que el 68% de las GPU utilizadas en la plataforma pertenecen a PC de escritorio, mientras que un 10% se utilizan en portátiles y el 20% son compatibles con ambos dispositivos. Es así como los resultados aseguran que el 87% de los fans de los juegos en PC prefieren jugar en ordenadores de sobremesa, dejando al 13% restante que opta por portátiles.

Y a pesar de la dominación casi obvia del gaming de PC de escritorio por sobre el portátil, el estudio destaca el aumento en las ventas de notebooks gamer pero con un resultado algo curioso, ya que muchas personas que los adquieren no los utilizan para jugar. Algo que tiene sentido ya que durante la pandemia y para mejorar la calidad del teletrabajo, muchas personas compraron notebooks potentes con buen CPu y GPU, aunque los usaran solo en trabajos de oficina y no para videojuegos.

Usuarios que el estudio indica se encuentran en el primer lugar de quienes prefieren un notebook gamer, dejando en el segundo lugar a quienes los compran por su estética (iluminación RGB o diseño agresivo) y paradójicamente, relegando al tercer lugar a los que compran un notebook gamer, para jugar videojuegos.

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