Durante los procedimientos legales que buscan bloquear la adquisición propuesta de Microsoft por $68.700 millones, Jim Ryan, jefe de PlayStation, ha hablado ante la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. acerca de las preocupaciones que tiene Sony en relación con la posible compra de Activision por parte de Microsoft. Ryan mencionó que Sony ya no podrá compartir información confidencial sobre el desarrollo de su próxima consola con Activision si se aprueba la adquisición, debido a que no puede correr el riesgo de que una empresa propiedad de un competidor directo tenga acceso a esa información.
Ryan también destacó la preocupación de Sony sobre la interrupción de sus procesos de desarrollo de juegos, ya que no será capaz de compartir detalles confidenciales sobre la consola en desarrollo. Además, señaló que Microsoft tendría menos incentivos para desarrollar funciones específicas de PlayStation para los juegos de Activision después de la compra.
Si bien es probable que aún falten varios años para PS6, Activision necesitará detalles tempranos de qué esperar de cualquier hardware próximo para preparar los juegos para el lanzamiento de la consola con anticipación. Es fácil ver a Sony queriendo el último Call of Duty en PS6 de inmediato, sintonizado para mostrar de lo que es capaz el nuevo hardware.
Stephen Totilo de Axios destaca que aunque Ryan habló sobre la posible interrupción de la colaboración de Sony con Activision una vez que se complete la adquisición de Microsoft, no hubo señales de que se cuestionara a Ryan cuando la situación opuesta ya está en vigor: Microsoft tiene que lidiar con estudios propiedad de Sony como Destiny el desarrollador Bungie y el fabricante de Major League Baseball Sony San Diego para las versiones de Xbox de esos juegos.
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