La adicción a los videojuegos puede ser vista como un término exagerado por varios gamers dentro de la comunidad, pero es un mal tan real, que existen varias instituciones que tratan a estas personas alrededor del mundo. Una de ellas es el National Centre for Gaming Disorders del Reino Unido, desde donde aseguran que han tratado niños que han llegado a escaparse de casa en medio de la noche, para encontrar Wi-Fi luego de que sus padres les desconectaran su conexión a Internet.
Centro que como dice su nombre en inglés, se dedica a ayudar a personas con que padecen lo que se conoce como Trastornos del Juego, el cual vio a su primer paciente a principios de 2020 y que originalmente esperaba ayudar a solo 50 personas al año, pero que ha tenido más de 850 referencias desde su creación.
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Han tratado niños “que preferirían estar muertos antes que dejar de jugar”
En una columna escrita en el medio The Guardian titulada "No estaba preparada para lo que nos encontramos al tratar los trastornos del juego", la directora de este centro llamada Henrietta Bowden-Jones, entregó este y otros casos que demuestran lo peligroso que puede llegar a ser este tipo de adicciones en los niños. Según cuenta: "He conocido a padres cuyos hijos pequeños se escaparon de casa en medio de la noche para buscar WiFi en las puertas de hogares aleatorios cuando sus propias conexiones a Internet fueron desconectadas por los padres".
"He conocido a niños que sentían que preferirían estar muertos antes que dejar de jugar, y se lo dijeron así a sus padres. Las cosas se rompen en ataques de ira. A veces, las personas resultan heridas", aseguró.
En su texto, además Bowden-Jones indica que muchas de las adicciones a los videojuegos involucran a las polémicas cajas de botín, contando que según lo que ha visto durante su labor, "para gastar dinero, estos niños necesitan pedir prestado a sus padres o utilizar regalos monetarios recibidos en cumpleaños y Navidad. La necesidad de dinero es la raíz de parte de la violencia doméstica que presenciamos".
"Cuando no hay dinero disponible, los pacientes más impulsivos lo han robado gastando el dinero en tarjetas bancarias de sus padres", dijo Bowden-Jones.
Para terminar y a modo de consejo, la directora de este centro indica que la lección más importante que han aprendido es que la intervención temprana y la búsqueda de ayuda antes de que los niños se vuelvan adictos a los videojuegos, encerrándose en sus dormitorios o negándose a ir a la escuela, es importante para el bienestar de la familia, dejando muy en claro que “el trastorno del juego es una enfermedad y se puede tratar con éxito mediante la terapia cognitiva conductual”.
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