Desarrollador de Zelda: Tears of the Kingdom sabía que el juego sería genial mirando solo el prototipo, pero que su creación “sería un caos"

El Jefe de de físicas del juego pasó de una emoción inicial a un miedo terrible

Desarrollador de Zelda: Tears of the Kingdom sabía que el juego sería genial mirando solo el prototipo, pero que su creación “sería un caos"

El Jefe de de físicas del juego pasó de una emoción inicial a un miedo terrible

The Legend of Zelda: Breath of the Wild es un juego que ofrece un alto grado de experimentación, algo que Tears of the Kingdom tomó como base para expandirlo con la posibilidad de fusionar objetos, llevando la idea de mundo abierto a un nuevo nivel. Y según Takahiro Takayama, programador líder de físicas del reciente juego de la franquicia, esto infundió inicialmente un profundo temor en él cuando se dio cuenta de que esta idea genial que se veía plasmada en el prototipo, chocaba con la cruda realidad del desarrollo.


Durante la reciente GDC (Game Developers Conference), Takayama ofreció junto al director técnico Takuhiro Dohta y el ingeniero jefe de sonido Junya Osada una charla de una hora sobre el proceso de creación del juego de la Nintendo Switch. Y en esta charla, contaron que si bien la idea les sonaba increíble, para Takayama, responsable de hacer funcionar las físicas del juego, se convirtió en una pesadilla.

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Para empezar, algunos objetos se movían mediante animaciones predefinidas en lugar de físicas simuladas. Esto, que no suele suponer un problema, se transformó en un "caos" con la llegada de la Ultra Mano, la herramienta que permite a los jugadores unir objetos a su antojo, generando "problemas diarios" para el equipo de desarrollo. Takayama dice en la charla: "Cuando vi el prototipo por primera vez, supe que iba a ser un gran juego, pero también sabía que esto iba a ser muy, muy difícil. ¿Realmente lo estamos haciendo? El desarrollo va a ser un caos. Cuanto más pensaba, más me preocupaba".

Afortunadamente, los dolores de cabeza de Takayama se tradujeron en el deleite de millones de jugadores, sobre todo en los seguidores de la franquicia de Zelda, ya que Tears of the Kingdom se lanzó con gran aclamación por la crítica, y ahora su creador puede finalmente descansar.

"En la vida, a veces hay que tener el coraje de seguir adelante", indicó.

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom era un desastre injugable lleno de glitches antes del cambio que lo salvó del desastre

Todos los juegos pasan por una fase de prueba antes de ser lanzados al mercado, intentando pulir cada detalle y sobre todo, dejar de lado problemas como bugs o mal funcionamiento de sus mecánicas. Errores que se ven en sus versiones previas que rara vez salen a la luz, como una de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom que ha sido mostrada recientemente por Nintendo, la cual está llena de fallos.


El propio Takahiro Takayama fue el encargado de mostrar esta versión "rota" del juego, la cual obviamente está lejos de ser parecida a la final. Durante su presentación en aquella conferencia, el desarrollador reveló algunas grabaciones donde se observa cómo objetos salían volando sin control, estructuras se derrumbaban sin motivo y el propio Link se veía afectado por estas físicas descontroladas.



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