En Tarreo siempre nos gusta compartir historias acerca de cómo los desarrolladores de videojuegos rinden tributo a los seguidores de estos, una de ellas recordada recientemente por la comunidad de World of Warcraft. Juego que entre sus filas tenía a un brillante jugador de nick Phloppy quien lamentablemente falleció, pero cuya bondad y destreza lo convirtieron en una leyenda, siendo la inspiración de un NPC que ayuda a la comunidad dentro del título de Blizzard.
Según cuentan, más allá de su virtuosismo en el combate, Phloppy era un alma noble, siempre dispuesto a ayudar a sus compañeros y alegrar el ambiente con su contagiosa simpatía. Sin embargo, el destino le deparó un cruel desafío: una lucha contra la insuficiencia hepática que lo postró durante años. A pesar de la gravedad de su condición, Phloppy rechazó la oportunidad de recibir un trasplante de hígado, consciente de que la escasez de órganos podría privar a alguien con mayores probabilidades de supervivencia.
Un legado imborrable gracias a un Homenaje en Azeroth
En 2010, Phloppy lamentablemente falleció a la temprana edad de 38 años, dejando un vacío irreparable en los corazones de sus amigos virtuales, pero su espíritu perdurará en Azeroth ya que un empleado de Blizzard, compañero de guild del héroe caído, organizó un tributo en el juego en su honor. Desarrollador quien honró la memoria de Phloppy de forma permanente, incorporando un NPC a su universo que se llama Buin "Phloppy" Freehand. Inspirado en el guerrero enano que Phloppy solía jugar, este personaje ahora reside en Dun Morogh, ofreciendo su ayuda a los refugiados.
Así que si alguna vez visitas el sureste de Ironforge, seguramente encontrarás a este personaje quien camina de arriba a abajo desde un carro hasta un edificio al final del camino, entregando suministros a los refugiados. Algo que realiza en honor al jugador que gatilló su creación, en una historia que sirve como inspiración en el mundo de World of Warcraft, la vida misma y ahora, en el más allá.
Angwe, el orco que sembró el terror en World of Warcraft y pasaba 10 horas al día eliminando novatos que llegaban en barco al continente
En el vasto universo de World of Warcraft, donde incontables historias y aventuras han sido tejidas a lo largo de los años, existen leyendas que van más allá de la narrativa oficial del juego. Estas leyendas, nacidas de las acciones y experiencias de los propios jugadores, se transforman en relatos inolvidables que resuenan con fuerza a través del tiempo. Entre estas historias épicas, destaca la de Angwe, un orco pícaro que sembró el terror y el caos en el servidor Dethecus del WoW original durante el año 2005.
Angwe se ganó una reputación infame por su implacable caza de jugadores, sin importar su facción, ya sea Horda o Alianza. Según declaraciones del propio Angwe en Reddit hace una década, este jugador dedicó incontables horas a aniquilar a sus oponentes en el puerto de Menethil, un punto de tránsito crucial en el juego. Este lugar, siendo la única puerta de entrada a Kalimdor desde los reinos orientales, se convirtió en el escenario perfecto para sus masacres.
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