Una percepción, que parece estar ganando terreno entre empleadores y líderes empresariales, señala a los jóvenes de la generación Z por su aparente falta de puntualidad, su tendencia a desperdiciar tiempo en el trabajo y su frecuente ausentismo debido a problemas de salud mental. Sin embargo, un análisis más profundo revela que detrás de estas críticas existen razones válidas para entender por qué los Zoomers, como también se les llama, se enfrentan a estos desafíos en su vida profesional.
A lo largo del tiempo, han surgido varios estudios que destacan aspectos específicos sobre el desempeño laboral de la Generación Z. Uno de estos estudios revela que los jóvenes de esta generación consideran aceptable un retraso de 10 minutos en su rutina diaria, lo cual contrasta con la percepción de los Baby Boomers, quienes ven este comportamiento como altamente descortés.
Otro estudio encontró que los miembros de la Generación Z incumplen cerca de cuatro veces más fechas límite por semana que los Baby Boomers, alcanzando una de cada cuatro en comparación con una de cada diez entre los trabajadores más veteranos. Además, un análisis adicional muestra que los Zoomers destinan alrededor de seis veces más horas semanales a tareas innecesarias, acumulando casi 4 horas y media en contraste con los 45 minutos que dedican los Boomers.
Sin embargo, para comprender mejor por qué la Generación Z enfrenta estas dificultades, es esencial considerar el contexto socioeconómico en el que han crecido. Las condiciones económicas actuales son drásticamente diferentes y, en muchos casos, más desafiantes para los Zoomers y una gran parte de los Millennials, en comparación con las experiencias vividas por los Baby Boomers o la Generación X.
Entre los factores que afectan directamente la estabilidad y el bienestar de los jóvenes se encuentran el incremento continuo en los precios de alquiler, el impacto económico de la guerra en Ucrania que ha elevado los costos de vida, y el estancamiento de los salarios en muchos sectores. A todo esto se suma la pandemia de COVID-19, que no solo influyó negativamente en la salud mental de quienes estaban al inicio de sus carreras, sino que también interrumpió su desarrollo profesional en un momento crítico de sus vidas, según genbeta.
Las expectativas laborales de la Generación Z también han cambiado significativamente en comparación con las de sus predecesores. Para muchos jóvenes, las promociones y el estatus no son tan importantes como mantener un equilibrio saludable entre la vida personal y el trabajo. Este cambio de prioridades refleja una evolución en los valores que rigen la vida profesional, con un enfoque cada vez mayor en la flexibilidad y el bienestar.
La importancia de la generación Z
Es importante destacar que la visión crítica de los mayores hacia las generaciones más jóvenes no es algo nuevo, ya que, desde tiempos antiguos, siempre ha habido tensiones entre distintas generaciones. Muchos Baby Boomers aún recuerdan las discusiones con sus padres, que pertenecían a la llamada "generación silenciosa" (1928-1945), sin embargo, a pesar de las críticas, no se puede ignorar la importancia de la Generación Z en el presente y futuro del mercado laboral.
Félix Beilharz, autor del "Manual Generation Z", subraya en una entrevista con MDR que "quien no entienda a la Generación Z, perderá". Los nativos digitales ya son la generación más grande del mundo en número y, en pocos años, también serán el grupo más grande en el mercado laboral y de consumo.
Un video de la Universidad de Cambridge también analiza cómo la Generación Z ha comenzado a influir en la forma en que las empresas operan y se adaptan a las nuevas dinámicas. Nick South, gerente de Boston Consulting Group, comparte una perspectiva más relajada sobre el tema, comentando que "cuando todos comenzamos nuestras carreras, nos tomó bastante tiempo aprender y desperdiciamos tiempo siendo ineficaces. Con el tiempo, aprendimos cuándo enfocarnos y dónde tomar atajos".
Además, South señala que la integración efectiva de nuevos empleados en el entorno laboral es fundamentalmente distinta a la de hace una década, y que se requiere un estilo de liderazgo centrado en objetivos claros, mentoría y retroalimentación para poder formar a esta nueva generación de trabajadores.
Estas declaraciones reflejan la tensión constante entre las expectativas de las generaciones más jóvenes y las realidades del mundo laboral moderno, un conflicto que continuará evolucionando a medida que los Zoomers asumen roles más prominentes en la sociedad.
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