Riot Games, la compañía detrás de éxitos como League of Legends y Valorant, está llevando su lucha contra los hackers al siguiente nivel. En un movimiento audaz, la desarrolladora ha anunciado una recompensa de hasta $100,000 para quienes logren encontrar vulnerabilidades en su sistema anti-trampas, Vanguard.
Este sistema, que opera a nivel del núcleo del sistema operativo de las computadoras, ha sido clave en mantener una experiencia justa para los jugadores al detectar trampas antes de que estas puedan afectar las partidas. Si bien ha recibido críticas de algunos jugadores por preocupaciones de privacidad, su efectividad contra herramientas como aimbots y exploits de hardware es indiscutible. Ahora, Riot busca reforzarlo invitando a hackers éticos a someter a Vanguard a la prueba definitiva.
La iniciativa se realiza a través de HackerOne, una plataforma que conecta empresas con investigadores de seguridad para identificar y corregir vulnerabilidades. Riot ha estado en esta plataforma por años, pero recientemente incrementó las recompensas, ofreciendo pagos considerables según la gravedad del exploit detectado.
Los montos son los siguientes:
Ataques de red sin interacción del usuario
- Ejecución de código a nivel kernel: hasta $100,000.
- Acceso no autorizado a datos: hasta $75,000.
Ataques de red con interacción del usuario
- Ejecución de código a nivel kernel: hasta $75,000.
- Acceso no autorizado a datos: hasta $50,000.
Ataques locales para escalación de privilegios
- Ejecución de código a nivel kernel: hasta $35,000.
- Acceso no autorizado a datos: hasta $25,000.
El programa, sin embargo, tiene reglas estrictas. Los investigadores deben presentar pruebas sólidas de sus hallazgos y no divulgar públicamente la vulnerabilidad antes de que Riot la solucione, de lo contrario, perderán el derecho a la recompensa.
Al invitar a la comunidad a colaborar activamente, la compañía demuestra que la seguridad y la transparencia pueden ser aliados en la lucha contra los hackers. En una época donde los tramposos afectan la experiencia de millones de jugadores, esta estrategia podría marcar un antes y un después en el desarrollo de sistemas anti-trampas.
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